jueves, 20 de febrero de 2020

Biología versus Igualdad

Esta nota es en contestación de la nota que apareciera en el Diario Clarín, el día 17 de Febrero, entitulada "¿Mérito versus Igualdad?" del abogado Dr. Roberto Saba.

El día martes aparece la nota del acápite en mi TL de Twitter. Como estaba próximo a salir a trabajar, la bajé a mi kindle y en un parate, la leí.


Al bajar la nota percibí cierto tufillo progre. No me equivoqué. Es otra oportunidad donde se deja de lado a la biología y la ideología posmoderna entra como tromba.

La nota versa sobre la escasa cantidad de arquitectas hay en el mercado laboral. Cuenta que desde que se entrega el premio Pritzker, el galardón más importante de la arquitectura, desde 1979, sólo 3 mujeres; una de manera individual y dos en conjunto con hombres. En el mismo período de tiempo ganaron el premio 44 varones.

Tanto en Estados Unidos como en Europa y Argentina no existen normas que impidan que las mujeres puedan estudiar arquitectura o alguna rama de la ingeniería. La carreras de hoy, con más salida laboral son las carreras técnicas. Pero las mujeres siguen eligiendo las carreras ligadas a las humanidades y al cuidado de las personas. Sólo invito al colega a que averigüe cuantos alumnos y alumnas tiene en sus clases de la Facultad de Derecho. ¿Acaso en la Universidad de Palermo existe alguna regla por la cual tiene que haber determinada cantidad de mujeres y hombres en las carreras que se dictan allí?

La mujer se sumó al mercado laboral de manera masiva en la segunda mitad del siglo pasado. La desventaja es obvia. ¿Pero la desventaja es mala per sé? Reparar esta desventaja mediante el sistema de cuotas, tan de moda en las universidades del norte, sólo hará que dentro de los estudiantes hombres que entren próximamente a la carrera universitaria, probablemente quede afuera el próximo Le Corbusier, todo por satisfacer una cuota de dudoso resultado. Dice Camille Paglia "...  Las cuotas, sean del tipo que sean, parecen útiles al principio, pero después se convierten en una noria que da vueltas e impide la igualdad."

Cabe destacar que el doctor no habla de la igualdad de trato de la ley (por la que abogo seriamente), sino de igualdad (de resultados, en este caso). En este caso, voy a citar al economista y Premio Nobel, Friedrich von Hayek:“toda política directamente dirigida a un ideal sustantivo de justicia distributiva tiene que conducir a la destrucción del Estado de Derecho. Provocar el mismo resultado para personas diferentes significa, por fuerza, tratarlas diferentemente". Si se busca que haya la misma cantidad arquitectos y arquitectas premiados, necesariamente alguien se verá afectado en sus derechos.

Para probar lo dicho por Hayek, vale la pena replicar este extracto del libro "La transformación de la mente moderna" de Jonathan Haidt y Greg Lukianoff:

"Cuando Jon daba clase en la Universidad de Virginia (UVA), contrataba a veces a miembros del equipo de remo masculino de la UVA para que le hicieran trabajos en el jardín. Cada otoño y cada primavera, los jóvenes del equipo repartían folletos en los buzones de todos los profesores con publicidad sobre su servicio de «alquiler de remeros». Al menos Jon, creyó que estaba contratando a los miembros del equipo de remo masculino de la UVA. Pero después de hablar con los remeros, se enteró de que no había ningún equipo de remo masculino en la UVA. Existe sólo la Asociación de Remo de Virginia. Los hombres que remaban para la asociación eran todos estudiantes de la Universidad de Virginia, pero la universidad no financia su deporte. Deben pagar más de mil dólares al año para pertenecer a la asociación, y también tienen que participar en una campaña de alquiler de remeros para recaudar dinero para sus barcas, sus entrenadores, sus viajes a las regatas y otros gastos. Comparten una casa-barco en el embalse de Rivanna con el equipo de remo femenino de la UVA, cuyos gastos, incluidos los viajes, los entrenadores y los tentempiés en la casa-barco están íntegramente financiados por la universidad. ¿Por qué los estudiantes de la UVA que querían remar eran tratados de manera tan distinta en función de su sexo? Porque la aplicación del Título IX cambió con los años. De su objetivo original de proveer igualdad de acceso a las oportunidades educativas para mujeres y hombres, el programa se transformó en otro que empuja a las universidades a obtener la igualdad de resultados sin tener en cuenta los insumos."

Con este ejemplo queda demostrado que la igualdad prevalece por encima del mérito y se crean situaciones de desigualdad objetiva. Como en la magnífica obra de George Orwell, Rebelión en la Granja, unos animales más iguales que otros.

Donde las mujeres tienen que dejar sus deseos de lado y optar por una carrera con salida laboral es en los países de menor desarrollo económico y social. Así se muestra en el documental noruego "La Paradoja de la Igualdad"



Más adelante, dice que las familias tienen la percepción "negativa" por la cual los nenes se adaptan mejor a las matemáticas que las nenas. Esa percepción no es negativa ni errada: "Los chicos suelen tener una visión más teórica, relacionada con el aprendizaje, por eso les llaman más la atención las carreras de ciencias. Ellas buscan la utilidad práctica, quieren que su trabajo reporte un beneficio a la sociedad”, cuenta Milagros Sáinz, investigadora de la UOC y coordinadora de un informe sobre la escasez de mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, publicado por la Fundación Telefónica de España.

Culpar al "ambiente" de la elección femenina mayoritaria por carreras humanísticas es falaz. No existe en ninguna parte del mundo desarrollado, globalizado y occidental donde "el ambiente" condicione tal elección. Está dejando de lado a la biología, que explica estas diferencias entre sexos.

Este problema es típico de nuestra época. El fenómeno filosófico conocido como posmodernismo hizo mella en toda la progresía global. Afirma en este sentido Gilles Lipovetsky “el marasmo posmoderno es el resultado de la hipertrofia de una cultura cuyo objetivo es la negación de cualquier orden estable”. Dicho de otro modo: si la biología nos molesta porque nos refuta nuestras maquinaciones posmodernas, dejemoslé de lado.

En el final de la nota habla que es "moralmente inaceptable" el hecho que haya menos mujeres en carreras técnicas, además de afectar negativamente a la productividad y competitividad de cada país.

Estoy de acuerdo en esto último, pero es mi deber informar al colega que en los lugares donde se coloca a la moral por encima de la biología, se da en regímenes tan tiránicos y liberticidas como el de la Unión Soviética o la China de la época de la Revolución Cultural.

Como conclusión a esta nota, vengo con este maravilloso texto de Camille Paglia:

"... ocurre que los progresistas empiezan a desconectarse de la realidad, pierden la capacidad de usar el sentido común. Podemos exigir seguridad para los individuos disidentes sin tener por ello que otorgar derechos especiales a ningún grupo. Soy feminista equitativa, abogo por la igualdad de trato ante la ley. No debe haber grupos a quienes la ley otorgue privilegios especiales. Me opongo al control de las conciencias. Milito por la libertad de expresión y de conciencia. ... Me opongo a toda protección especial para las mujeres, adopte la forma que adopte."

Y dejemos a la chicas anotarse en la carrera universitaria que mejor les venga en gana.

Quedo abierto al debate.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Provincia no es Finlandia. Es peronista

La nota de Roy Hora publicada el fin de semana pasado en *Seúl*, "La provincia impotente" , tiene una virtud: pone en debate un pr...